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martes, 13 de octubre de 2015

ANÁLISIS DE POEMA

Paralelismo: intenta trasmitir la misma idea de recelo con miedo entre las personas y los lugares en las que ellas habitan.
 
LA CIUDAD, Luis García Montero
Bogotá, 1982
Nadie mira a nadie de frente,
De norte a sur la desconfianza,
El recelo entre sonrisas y cuidadas cortesías.
Exageración: habla de una lluvia floja sin embargo contradice la idea cuando escribe: floja como un diluvio lo que hace es desfragmentar la idea y la exagera.
 
Turbios el aire y el miedo
En todos los zaguanes y ascensores,
En las camas.
Metáfora: olores que recuerdos parecen
 
Una lluvia floja cae
Como diluvio: ciudad de mundo
Que no conocerá la alegría.
Olores blandos que recuerdos parecen              
Tras tantos años que en el aire están.
Se representaría como un símil, puesto que hace la comparación a la ciudad como una mujer que ha comenzado a menstruar y lo explica definiéndolo como algo de poca estabilidad sin belleza. 
 
Ciudad a medio hacer, siempre a punto
De parecerse a algo
Como una muchacha que comienza a menstruar,
Precaria, sin belleza alguna.
Nos habla de una comparación que a mi parecer  la podría representar como una metáfora al referirse a estos patios como algo viejo por el cual han transcurrido historias y se podría decir que se ha evidenciado la muerte.
 
Encontramos metonimia la cual consiste en la sustitución de términos en este caso decimonónicos con geranios lo cual se refiere a patios antiguos pertenecientes al siglo XIX con un tipo de plantas específicas.
 
Patios decimonónicos con geranios
Donde ancianas señoras todavía sirven chocolate; 22
Patios de inquilinato
En los que habitan calcinados la mugre y el dolor.

 





También se podría observar encabalgamiento ya que no corta en pequeñas frases si no que continua con sus palabras para un fin más elaborado.
 
Lo tomaría como una metonimia, en la que la autora se refiere a estas calles siempre con claridad y belleza como lo es el crepúsculo.
 
Aquí nos hablan de un símil ya que compara de una forma directa la luz que se filtra por aquellas láminas, también a la cotidianidad y a lo normalidad que es el muerte y esos sentimientos hermosos a los que enfrentamos diariamente.
 
En las calles empinadas y siempre crepusculares,
Luz opaca como filtrada
Por sementinas láminas de alabastro,
Ocurren escenas tan familiares como la muerte y el amor;
Estas calles son el laberinto que he de andar y desandar:

Todos los pasos que al final serán mi vida.
Grises las paredes, los árboles
Y de los habitantes el aire de la frente a los pies
.
Encontramos la repetición de la palabra verde como algo frio y opaco pero a la vez algo natural se podría definir esto como como una anáfora.
 
A lo lejos el verde existe, un verde metálico y sereno,
Un verde Patinar de laguna o río,
Y tras los cerros tal vez puede verse el sol.

Se evidencia un símil, y ella los explica en la siguiente línea, hace una relación entre la ciudad y su vida.
 
La ciudad que amo se parece demasiado a mi vida;
Nos unen el cansancio y el tedio de la convivencia
Pero también la costumbre irremplazable y el viento.

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